Fuente: Diario De Avisos 15/02/2008

Emmasa bombeará con maquinaria del Ayuntamiento de ElRosario, 40 metros cúbicos por hora

Las restricciones en el consumo de agua de abasto por exceso de flúor que desde el pasado lunes afectan a 18.000 vecinos del Suroeste de Santa Cruz, en especial a menores de ocho años, podrán levantarse a principios de la próxima semana en los barrios de La Gallega, El Sobradillo y La Jurada. El martes está previsto que comience a llegar desde El Rosario al municipio capitalino los 40 metros cúbicos de agua por hora necesarios para hacer las mezclas con el agua que contiene exceso de flúor y situar los niveles de este mineral en parámetros normales (1,5 miligramos por litro).

Así lo confirmaron, por partida triple, el Ayuntamiento de Santa Cruz, la Empresa Mixta de Aguas de la capital (Emmasa) y el Consistorio de El Rosario, tras la reunión mantenida ayer por representantes de las partes, además del Canal de Araya, empresa propietaria de los dos canales que serán utilizados para permitir que este agua extra llegue a Santa Cruz.

El entendimiento fue ayer total entre el concejal de Servicios de la capital, Norberto Plasencia;el edil de Servicio Hidráulico de El Rosario, Carmelo García; la gerente de Canal de Araya, Patricia Pérez, y el director general de Emmasa, Alfredo Gutiérrez. El acuerdo permitirá a Emmasa transportar el agua desde el canal de Araya hasta un conducto en una cota cien metros superior, el canal de Río-Portezuelo, y desde allí hasta los depósitos de Llano del Moro, ya en el municipio capitalino.

La colaboración del Ayuntamiento de El Rosario resulta fundamental, según subrayó Emmasa en un comunicado, al encontrarse en este municipio la canalización que une ambos canales, y la estación de bombeo que se empleará para esta operación. El lunes se realizarán las primeras pruebas de bombeo, y si no se presentan problemas, el trasvase podría comenzar al día siguiente.

En la reunión, según Emmasa, quedó patente la plena voluntad de colaboración de todas las partes y se refrendó el trasvase como la mejor opción para corregir el exceso de flúor, que llevó a la Dirección General de Salud Pública del Gobierno canario a decretar, el lunes, la restricción del consumo a menores de ocho años en los citados barrios de Santa Cruz. Emmasa destacó que el agua que se trasvasará no se retraerá del suministro al municipio de El Rosario.

La Concejalía de Infraestructuras y Servicios indicó ayer que la previsión es que el martes o el miércoles las concentraciones de flúor estén normalizadas, aunque hoy y el fin de semana será necesario realizar diversos trabajos para comenzar el bombeo y el trasvase. Ya ayer había operarios de Emmasa revisando la red.

Por su parte, el concejal delegado del Servicio Hidráulico de El Rosario destacó la "completa disposición" ofrecida por el alcalde de este pueblo, Macario Benítez, para colaborar en la resolución del problema que padece el distrito Suroeste del municipio vecino. "Hemos llegado a un rápido acuerdo", subrayó García, "y lo único que hemos pedido es que, con una cloración específica, se mantenga la calidad del agua para 550 habitantes de Barranco Hondo que utilizan el estanque regulador por el que ahora se pasará un volumen de agua mayor del previsto".

El edil de El Rosario destacó que su Ayuntamiento ha cedido para esta emergencia "las instalaciones que impulsan el agua desde el canal bajo, en Barranco Hondo, hasta el canal alto, el de Río-Portezuelo, que viene con menos caudal, para desde allí llevarla a La Gallega y El Sobradillo". Con el bombeo, según explicó García, se salvan aproximadamente cien metros de altitud.

Entre tanto, la población afectada por estas restricciones tiene que hacer uso de agua embotellada. En el caso del centro escolar Santa Cruz de California, de El Sobradillo, Emmasa ha instalado un depósito provisional para suministrar agua al centro, donde cursan estudios unos 150 niños menores de 8 años.

El nivel de flúor en el depósito de Llano del Moro se elevó hasta 1,6 y 1,7 miligramos por litro, frente a los 1,5 permitidos legalmente. Emmasa ha indicado que el único peligro para los niños en este caso es el que se le amarillean los dientes, sin ningún otro riesgo para la salud.