El aumento de la población y del turismo, una mayor sensibilidad con el medio ambiente y un control más riguroso de la salud, hacen que el consumo de agua sea cada vez mayor.
Pero la utilización per cápita en la Isla es variable ya que depende de cada municipio. En este sentido, es necesario diferenciar ciudades como Santa Cruz, donde a través de la misma red se suministra a pequeñas industrias y restaurantes, de núcleos poblacionales rurales que albergan en la trasera una huerta con frutales, o en la que sólo se cultiva papa y es de secano. En este último caso oscila entre 115 litros por habitante al día, "que es lo normal en una población rural doméstica", apunta Fernández...

Fuente: Diario de avisos, 10/09/2004

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