Fuente: La opinion de Tenerife 09/12/2007

 Tenerife es pionera en la reutilización pero sólo logra que el 5% de su consumo se recicle, cuatro veces más que el resto de Islas. El economista de la ULL Federico Aguilera Klink insiste en que las administraciones canarias "han gestionado muy mal este recurso"

Canarias lleva desde hace décadas luchando contra sus problemas de agua. En palabras del catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna (ULL), Federico Aguilera Klink, las autoridades canarias han "hecho una nefasta gestión del agua" hasta llegar a la situación actual en la que al menos 20 por ciento del agua de abasto se pierde en el transporte y la depuración es prácticamente testimonial.

Además, el reciclaje del agua es escaso pues lo que se consume en las viviendas se va, en la mayor parte de los casos, directamente al mar sin pasar por ninguna depuradora con las graves consecuencias medioambientales que esto tiene tanto desde la perspectiva del derroche de recursos como de la afección al medio marino.
La principal vía de solución que el Gobierno de Canarias encuentra, de momento, es la desalación y aumentar estas infraestructuras en las Islas tal y como explicó el director general de Aguas del Ejecutivo regional, Mariano de León, esta semana tras una reunión intergubernamental en Madrid por este asunto. Esto genera problemas añadidos pues cada 1.000 litros de agua desalada requieren un kilogramo de fuel para su generación, con las consecuentes emisiones de CO2 y el gasto desorbitado que supone debido al aumento del precio del petróleo.
Ante esto y, principalmente, debido a la sequía que vive el país desde hace años, el Estado ya plantea algunas medidas como aumentar el reciclaje del agua a través de alguna normativa específica. En este sentido, De León aseguró que en Canarias se "reutiliza muy poca agua" y aseguró que la cifra es del 15 por ciento. Sin embargo, según los técnicos este porcentaje sería mucho menor pues la única isla que tiene implantado un gran sistema de depuración y reciclaje de agua es Tenerife y sólo se recicla un 5 por ciento del total que se consume. Gran Canaria también tiene un sistema similar pero con menor implantación, con lo que es probable que la cifra global no supere el 1%. Es decir, que se desala agua a un alto coste para, luego, tirarla al mar sin darle un segundo uso.

Ejemplo. La empresa pública Balsas de Tenerife (Balten), dependiente del Cabildo de Tenerife, es para el catedrático de Economía "un ejemplo de trabajo bien hecho". Su gerente es Escolástico Aguiar y explica que tiene una especial cruzada para ampliar la reutilización de aguas en las Islas depurando el agua doméstica con garantías para utilizarla, posteriormente, en la agricultura y parques y jardines, especialmente en las zonas turísticas. El ejemplo de Tenerife es que el agua de los núcleos de Santa Cruz y La Laguna se trata en la depuradora que se ubica en la capital y se envía a los campos del Sur de la Isla a través de una gran tubería que, además, no tiene pérdidas debido a la I+D invertida en ella.
El responsable de Balten insiste en que depurar tiene un coste cuatro veces inferior a la desalación, "eso sin contar con los costes y las ventajas medioambientales". Las opciones son: que el agua se tire al mar o que se recicle. Pero, de momento, las autoridades canarias parecen que han optado mayoritariamente por el derroche de este líquido.
En este sentido, Escolástico Aguiar recuerda que en una isla como Tenerife con un millón de habitantes, "sólo una tercera parte de la población depura su agua y tiene alcantarillado". El catedrático Aguilera Klink insiste en la mala gestión que se ha llevado a cabo en este aspecto y recuerda que "se podría reciclar prácticamente toda el agua que entra.
El catedrático de Economía insiste en que en Canarias asistimos al "disparate del agua" y añade que no se puede "hablar de gestión del agua sin hablar de gestión del territorio". Remarca que, para cumplir con la Ley, se "tendría que depurar mucho más de lo que se está haciendo". A esto añade que hay otros asuntos urgentes que afrontar como que las empresas del sector informen adecuadamente de sus pérdidas en el transporte y que busquen sistemas para evitarlas así como implantar la fontanería eficiente en las casas para reducir el consumo.

Más ricos, más consumo

análisis. En todo este año el Observatorio de la Biodiversidad y el Ministerio de Medio Ambiente ha abierto una serie de debates en torno al agua para analizar la situación de la misma bajo el nombre genérico de Uso del Agua en la Economía Española, situación y perspectivas.

aumento. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre los años 2001 y 2004 el volumen de agua facturada a los hogares aumentó en un 9 por ciento, con un volumen adicional de 227 Hm3.

población. El Observatorio de la Sostenibilidad remarca que, curiosamente, la mayor parte de la población española habita en las zonas con más problemas de agua como las zonas costeras, lo que incrementa el problema de abastecimiento.

aumento en españa. El consumo se ha incrementado en los últimos años pasándose de 143 litros por persona y día en 1996 a los 170 de 2004.

situación canarias. Canarias está por debajo de la media nacional en consumo de agua pero aún así ha incrementado notablemente su consumo diario por habitante al pasar de 120 litros al día en el año 1996 a los 147 actuales.

bienestar. El informe del Observatorio de la Sostenibilidad remarca que el aumento del consumo del agua tiene una "consecuencia de la mejora en el bienestar general, en la riqueza y el ingreso de los españoles" debido a los cambios en los hábitos de consumo y de urbanización ya que se ha pasado de la vivienda concentrada a las viviendas unifamiliares o multifamiliares con jardín y piscina con la consecuente relación con el aumento del consumo de agua.

consumo. El aumento del consumo parece estar asociado al aumento real de la renta per capita. La evolución de la demanda pone de manifiesto la existencia de una elevada elasticidad de renta de la demanda de agua de los hogares. Por cada 1% de aumento de renta el consumo se ha visto incrementado en un 0,7%.

distribución. La diferencia entre el agua total distribuida y aquella efectivamente facturada a los usuarios finales se ha reducido del 20% en 1996 al 18,7 % en 2004. Las reducciones en el agua no registrada se explican parcialmente por mejoras en la medida de consumos y por la reducción de fraudes, pero sobre todo se deben a las mejoras técnicas en las redes de distribución. En el caso de Canarias, se ha pasado de un 23,4 por ciento a un 19,4.