Fuente: Canarias 7 14/08/2007

La Aldea no sabe qué hacer con sus dos plantas desaladoras. Construidas por la vía de la urgencia con una inversión de 7,8 millones de euros hace siete años, las dos potentes productoras de agua agonizan esperando que administraciones y agricultores se pongan de acuerdo sobre su futuro. La planta de abasto sólo ha funcionado unos meses.

En La Aldea de San Nicolás barruntan que el problema de las desaladoras «es bastante gordo» y que el mismo tarde o temprano terminará estallando. Las dos plantas han estado paradas durante un largo periodo de tiempo; la de abasto público tan sólo funcionó unos meses, y en la actualidad se comenta, incluso, que la misma cuenta con parte de su maquinaria desmontada. Respecto a la de los agricultores, tras un largo periodo sin funcionar, en estos momentos sólo está operando uno de sus dos módulos.

Fuentes cercanas a una de las cooperativas han señaldo que existe actualmente un complicado conflicto de gestión entre el Consejo Insular de Aguas, Ayuntamiento y el consorcio de agricultores, formado por las empresas Coagrisan, Copaisan, SAT Silvestre Angulo, Juan Delgado y Lomo del Trigo, debido a deudas contraídas e impagos a la empresa constructora.

La construcción de la planta para el abasto público corrió a cargo de la empresa Cadagua por un importe de tres millones de euros; las infraestructuras de impulsión y captación de aguas, también realizadas por la misma empresa, costó 1,8 millones de euros más. Esta desaladora cuenta con un solo módulo con capacidad de producción de 5.000 metros cúbicos diarios.

En cambio la de los agricultores, construida por la empresa Tedagua, tiene dos módulos de última tecnología que producen 2.500 metros cúbicos cada uno. La inversión en esta planta fue de alrededor de 3 millones.

Ante la precariedad de la situación no se descarta que el Cabildo de Gran Canaria pueda decidir tomar las riendas del asunto y asumir la gestión de las dos plantas desaladoras, aunque existen quienes aseguran que la intención del Ayuntamiento y los agricultores es la de desprenderse definitivamente de las infraestructuras porque no encuentran manera de administrarlas.