Fuente: La Opnion

Dentro de los proyectos de cooperación internacional desarrollados por el Gobierno de Canarias, a través del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), destaca la instalación de una planta desaladora alimentada por una central solar fotovoltaica, aislada de la red eléctrica, en el pueblo de Ksar Ghiléne en Túnez, pueblo aislado, de unos 300 habitantes, al sur del país, situado en el desierto del Sahara.

Dentro de los proyectos de cooperación internacional desarrollados por el Gobierno de Canarias, a través del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC), destaca la instalación de una planta desaladora alimentada por una central solar fotovoltaica, aislada de la red eléctrica, en el pueblo de Ksar Ghiléne en Túnez, pueblo aislado, de unos 300 habitantes, al sur del país, situado en el desierto del Sahara.
Dentro de este proyecto, el ITC ha diseñado e instalado un sistema compuesto por una planta desaladora por ósmosis inversa de agua salobre y una central fotovoltaica de 10,5 kWp con el uso de acumulación de energía a través de baterías. El sistema se controla de forma automática, y es capaz de producir hasta 15 m³ al día de agua que se distribuyen al pueblo a través de fuentes públicas de abastecimiento.
El sistema instalado se propone como solución sostenible al abastecimiento de agua potable en zonas aisladas con posibilidad de acceso a fuentes de agua salada. Es una alternativa factible para los países en desarrollo, que permite la supervivencia de los pueblos y la creación de nichos empresariales que hagan uso de tecnología de tratamiento de aguas no aptas para consumo humano en territorios diseminados y sin recursos.
Se ha construido un edificio para albergar el sistema (planta desaladora-central fotovoltaica); se diseñó con el criterio de intentar atenuar las condiciones climatológicas extremas presentes de temperatura ambiente en verano y frecuentes tormentas de arena, dándole la mayor inercia térmica posible. Para ello se decidió realizar una construcción semienterrada, además de colocar los generadores fotovoltaicos sobre la azotea y la fachada sur sombreando el edificio.
La planta desaladora es un equipo compacto de desalación de aguas salobres por ósmosis inversa, con capacidad nominal de 50 m³/d (2,1 m³/h). La central fotovoltaica está constituida por 7 generadores fotovoltaicos en paralelo que suman una potencia pico del campo de paneles de 10,5 kWp. Cada generador está constituido por 10 módulos fotovoltaicos conectados en serie y los módulos están montados sobre 7 estructuras metálicas con una inclinación fija de 40º.
Por otro lado, el ITC también está trabajando en el proyecto europeo Adira , una iniciativa MEDA de cooperación con países del Mediterráneo y cofinanciado, además, por fondos de la Cooperación canaria. Este proyecto tiene como objetivo la instalación de sistemas de desalación (de agua de mar y salobre) autónomas, alimentadas por energías renovables en entornos rurales. En particular el ITC tiene el objetivo de instalar 4 sistemas en las provincias marroquíes de Essaouira y Tiznit.
Hasta la fecha, técnicos del ITC han definido con las autoridades locales los emplazamientos en donde se instalarán las plantas desaladoras y se están realizando los proyectos de ingeniería de cada uno de los sistemas.