El Gobierno inaugura cuatro centrales para tratar el agua de mar en regiones remotas de Mauritania.

El Gobierno de Canarias llevará la energía eólica y la fotovoltaica a Mauritania para alimentar las centrales desaladoras que el Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) ha instalado en regiones remotas del país, condenadas a pagar un precio abusivo por el suministro o a depender exclusivamente de unos pozos insalubres. Según explicó ayer en la ciudad mauritana de Nouadhibou el viceconsejero de Industria, Jorge Rodríguez, el Ejecutivo regional ya ha colocado en el Parque Nacional de Banc dArguin cuatro instalaciones de este tipo que fueron inauguradas el pasado lunes por el número dos de esta consejería y por el comisionado de Acción Exterior del Ejecutivo regional, Javier Morales. La iniciativa, incluida en los programas de cooperación que Canarias viene manteniendo con el país vecino, ya permite a los habitantes de cuatro poblados de esta región desértica -Ten Alloul, Argueiba, Teichot e Iwik- disponer de agua potable "de una calidad similar a la mineral", explicó Rodríguez. Esto permitirá asegurar el mantenimiento de su industria pesquera y garantizar, por tanto, que el parque continúe habitado.

Según relató el viceconsejero, antes de que llegaran las desaladoras los pobladores de estas pequeñas localidades tenían que desplazarse al menos cien kilómetros para obtener agua de pozos "de escasa salubridad. Ahora hemos podido comprobar que las cuatro plantas funcionan y que ya producen agua potable para los cuatro poblados. Pero la contribución canaria no acaba ahí. De hecho, la implantación de las cuatro centrales ha permitido al ITC contratar a varios mauritanos que se encargan de mantenerlas en funcionamiento, una labor que a juicio del Gabinete canario "están haciendo muy bien". De hecho, el objetivo es que en el plazo de unos tres años las centrales pasen a depender exclusivamente del Gobierno mauritano, que a partir de ese momento será el unico responsable de su mantenimiento. "Este aprendizaje sobre cómo cooperar con un pueblo vecino nos ayudará a ser más eficaces en próximos proyectos", dijo el viceconsejero.

La construcción de las instalaciones ha costado en torno a los 400.000 euros, unos fondos que han sido aportados en un setenta por ciento por la Agencia Europea de Cooperación Internacional (AECI) y en un treinta por el Gobierno canario, aunque las Islas han tenido que cargar con los gastos adicionales de transporte, entre otros. De hecho, las centrales fueron fabricadas en Canarias y luego transportadas hasta Mauritania, adonde hubo que trasladar también el hormigón necesario para protegerlas de la acción erosiva del desierto y el océano. Ahora, los esfuerzos han sido recompensados con la producción de un agua "de buenísima calidad, similar a la del agua mineral", detalló Rodríguez.


Energías renovables

Una vez en marcha este proyecto, el Ejecutivo regional ha emprendido otro, en colaboración con el Ayuntamiento de Nuakchot, para formar a técnicos especialistas en energías renovables. La capital mauritana cuenta ya con un banco de pruebas en este sentido y se trabaja actualmente con la AECI para preparar a técnicos expertos en esta tendencia energética. El objetivo: lograr instalar en un plazo no muy largo fuentes limpias de suministro eléctrico. No en vano, el ITCestá diseñando la forma de llevar luz a los hogares y desaladoras de Banc dArguin recurriendo al viento y al sol, tan abundantes en este desértico país. "El parque está bastante alejado de cualquier núcleo de población y contar con una electricidad obtenida a través de fuentes renovables es fundamental", apuntó. Por lo pronto, Jorge Rodríguez no duda al calificar de éxito la implantación de las desaladoras y los mecanismos de cooperación establecidos con el país vecino, nación que en un futuro podría consolidarse como socio estratégico.

LINK